Las personas que están a tu alrededor (te conozcan o no) te asignan un género asociado a tu sexo asignado: de forma que si tienes pene, se te asigna el género masculino y si tienes vulva, se te asigna el femenino. En la práctica esto supone que te tratarán desde una serie de roles de género y estereotipos sexistas que vienen cargados de privilegios y desigualdades de género.
WHAT?Básicamente la sociedad te tratará como chica (si tienes vulva) o como chico (si tienes pene)
Otra cosa es tu identidad de género, es decir con qué género te identificas tú. Es algo que surge de ti, que no se ve y que se establece a partir de los tres años.
Cuando tu sexo asignado coincide con tu identidad de género, se dice que eres cis. En cambio si no coincide con tu identidad de género, se dice que eres trans. Es importante recordar que, al igual que hay muchas maneras de ser cis, hay muchas formas de ser trans. Y que las identidades trans en España están protegidas por la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI (conocida por la ley trans).
Veamos algunas creencias falsas sobre las realidades trans:
Tradicionalmente se ha entendido que solo hay dos tipos de identidad de género: masculino y femenino. Es el binarismo de género. Es decir, o eres mujer o eres hombre.
Pero actualmente, gracias al avance en derechos LGTBI se reconocen los géneros no binarios, algunos de ellos pueden ser:
Bigénero: cuando una persona se identifica con dos géneros al mismo tiempo.
Pangénero: cuando una persona se identifica con más de dos géneros al mismo tiempo.
Demigénero: cuando una persona se identifica parcialmente con uno o más géneros.
Fluido: cuando una persona fluye entre dos o más géneros.
Agénero: cuando una persona no se identifica con ningún género